Uno de los lenguajes principales del campo sistémico es lo que Matthias Varga Von Kibed denomina el lenguaje transverbal y es este lenguaje el que se manifiesta a través de los movimientos de los individuos en la constelación, tanto familiar como organizacional.
Como Guillermo Echegaray dice, es la suma de voluntades o intenciones de los individuos los que permiten que el movimiento surja.
Lejos de esoterismos, energías, ancestros y espíritus, que forman parte del sensacionalismo con el que se ha querido revestir e incluso desprestigiar a esta técnica, yo entiendo que las constelaciones familiares conectan con el subconsciente y, como decía Sigmünd Freud, más allá de la suma de individualidades o conciencias personales está el inconsciente colectivo.
Al igual que el ADN de la célula contiene el genotipo con toda la información que nos llevará al fenotipo de cada individuo (características personales, rasgos, color de la piel…) La biología molecular cada vez nos acerca más al conocimiento de que en el ADN de la célula también hay una información de las cargas emocionales del individuo heredadas de su sistema familiar.
Esta herencia familiar es la que nos llevará a desarrollar nuestros valores, creencias, personalidad…, demostrándonos que la conciencia individual está al servicio de la conciencia familiar.
A través de esta técnica, y lejos de todo misticismo, desde mi perspectiva holística, basándome en mi observación fenomenológica, he llegado a la conclusión que el subconsciente se manifiesta con su propio lenguaje en forma de emociones, sensaciones, sentimientos y movimiento. Este movimiento es la clave, la base de las constelaciones y el lenguaje a través del cual el subconsciente nos da la información de aquello que es relevante solucionar.
A través del movimiento de los individuos dentro del campo sistémico creado por el grupo accedemos a esa información inconsciente que nos conecta con los sucesos más importantes en la trayectoria sistémica familiar del individuo constelado. Con ello sanamos la conciencia individual y familiar del paciente y todas las repercusiones emocionales negativas en su vida actual.
En conclusión, el subconsciente y su lenguaje, que es el movimiento del grupo nos da la información de los traumas familiares que conforman nuestra personalidad y delimitan nuestra vida y quiero subrayar que si aparecen ancestros, antepasados o fallecidos, sólo es la forma que tiene el subconsciente de materializar y representar acontecimientos traumáticos que han marcado a la familia del individuo y su historia y para nada se trabaja con energía, espíritus, entes y demás elementos paranormales sensacionalistas.
Y esto tan sólo es una opinión personal basada en mi experiencia profesional.
Podéis encontrar más información, contrastada, consultando la tesis doctoral “Técnicas y métodos para la intervención social en las organizaciones”, de Francisco Gómez Gómez (2.004), cuya ubicación está en el Departamento de Sociología IV de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid.